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Historia

El pasado histórico de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla

El pasado histórico de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla se remonta a los días inmediatos a la conquista de la ciudad en el año 1248 por el Rey Fernando III el Santo. Los caballeros que le acompañaron en tan importante gesta fundan una Cofradía o Hermandad Caballeresca, bajo la advocación de San Hermenegildo con el fin de adiestrarse en el manejo de las armas y las prácticas ecuestres y para estar preparados en el combate.

Con el devenir de los tiempos esta Hermandad Caballeresca pierde actividad en sus dedicaciones hasta desaparecer. Se impone la necesidad, por deseo real primero de Felipe II y luego de Felipe III, de mantener su espíritu en una nueva institución, y así se funda en 1670, durante el reinado de Carlos II, el Real Cuerpo de Maestranza de Caballería de Sevilla. En el resto de España las distintas Maestranzas siguieron un proceso similar a la de Sevilla fundándose todas a partir de la segunda mitad del siglo XVII.

El adiestramiento de la nobleza en el manejo del caballo, mediante el arte de la jineta era de gran utilidad para la formación de oficiales para el ejército y su entrenamiento para la guerra al servicio de la Corona, que siempre contó con su apoyo e interés.

Retrato alegórico de Carlos II
Anónimo, s. XVII. Óleo/lienzo. Colección RMCS.

Retrato alegórico de Carlos II
Anónimo, s. XVII. Óleo/lienzo. Colección RMCS.

Desde un primer momento, la Real Maestranza de Caballería organizó funciones públicas en las principales plazas de la ciudad, Fiestas de Toros y Cañas, Alcancías, Manejos y Picaderos por diferentes motivos: estancias reales, efemérides y fiestas religiosas. Durante los siglos XVIII y XIX, la Real Maestranza criaba yeguas y potros para el buen fin de su principal dedicación, con caballerizas que se contaban entre las mejores de Andalucía. La institución fue pionera en el fomento del deporte hípico en Sevilla.

Particular mención merece el período comprendido entre 1729 y 1733, que coincide con la estancia de Felipe V en Sevilla. Este monarca, primero de la Casa de Borbón en España, había recibido apoyo material y moral de la Real Maestranza en la guerra de sucesión a la corona española. «Así conquistando laureles, ora batiendo a la morisma, en estos campos andaluces hasta el final de la Reconquista con la toma de Granada, en las Américas, Italia y Flandes, derramando su sangre en la causa de Felipe V, más tarde en Orán y las Dos Sicilias, sacrificándose en el Rosellón, cubriéndose de gloria en la dura lucha de nuestro heroico pueblo sostenida contra el coloso Napoleón», según el preámbulo de las Ordenanzas de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Manuscrito
Registro de los caballos de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. 1739- 1745. Tinta/papel. Biblioteca RMCS.

En agradecimiento, el Rey concedió importantes y decisivos privilegios a la Corporación, que desde ese momento recibirá el tratamiento de «Real». El cargo de Hermano Mayor del Real Cuerpo sería desde entonces ostentado por uno de los hijos del Rey. A partir de Fernando VII sería el propio Rey el Hermano Mayor de la Real Corporación, presidida en la actualidad por S. M. el Rey Don Felipe VI, y el honor de representar al Hermano Mayor corresponde a su Teniente de Hermano Mayor.

Otro de los privilegios concedidos por Felipe V a la Real Maestranza fue el uso de uniforme con derecho a vestirlo no sólo en las funciones propias de la institución, sino en cualquier día, «como se sirven del suyo los Oficiales Militares de mis tropas», según textualmente consta en la Real Cédula de 24 de Junio de 1729.

Manuscrito
Portada Libro Ilustre Hermandad de la Real Maestranza.