El pasado histórico de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla se remonta a los días inmediatos a la conquista de la ciudad en el año 1248 por el Rey Fernando III el Santo. Los caballeros que le acompañaron en tan importante gesta fundan una Cofradía o Hermandad Caballeresca, bajo la advocación de San Hermenegildo con el fin de adiestrarse en el manejo de las armas y las prácticas ecuestres y para estar preparados en el combate.
Con el devenir de los tiempos esta Hermandad Caballeresca pierde actividad en sus dedicaciones hasta desaparecer. Se impone la necesidad, por deseo real primero de Felipe II y luego de Felipe III, de mantener su espíritu en una nueva institución, y así se funda en 1670, durante el reinado de Carlos II, el Real Cuerpo de Maestranza de Caballería de Sevilla. En el resto de España las distintas Maestranzas siguieron un proceso similar a la de Sevilla fundándose todas a partir de la segunda mitad del siglo XVII.
El adiestramiento de la nobleza en el manejo del caballo, mediante el arte de la jineta era de gran utilidad para la formación de oficiales para el ejército y su entrenamiento para la guerra al servicio de la Corona, que siempre contó con su apoyo e interés.